Amor | Visiones del beso

Sazonado por: Pimienta y Ajonjolí

Esta semana nos ponemos besuconas y tiramos todo el sazón al BESO.

Un beso puede significar muchas cosas… hay de distinto tipo, intensidad, edad y color. Si ¡color!.

Te invitamos a leer las visiones de Pimienta y Ajonjolí… quizás tu también puedas aportar en estas historias…

La historia no comienza desde el primer beso, pero si la cambia

Por: Pimienta

Lo conoció una noche de invierno, en un lugar ruidoso y poco amable para el romanticismo. Ella lo vio y se enamoró a primera vista… pero no se hizo ilusiones, era obvio que con suerte no pasaría de sólo verlo. Al rato alguien la tomó del brazo y le dijo: “¿bailemos?”, ¡era él!

Su corazón y sus ojos dijeron “¡SI!”, pero había un problema… no podía dejar sola a su amiga. Le dijo que no con ojos de gato shrek… él respondió: “yo quiero bailar contigo, te estoy sacando a bailar a ti, así que vamos!”... terminaron bailando y conversando. Esa noche fueron inseparables.

Terminaron conversando en la casa de ella sobre la vida y la música. Pasado las 9:00 am, él se fue, sin teléfono, sin beso, con sueño.

Que tristeza es la que sintió ella al ver (y creer) el poco interés que produjo en el hombre de sus sueños (porque ya era el hombre de sus sueños)

Horas más tardes (alrededor de 2 horas), despertó emocionada por tan lindo encuentro, pero seguía triste de que sólo fuese eso. Se sentó en el comedor en pijamas, tapada con una frazada a leer una revista. Permaneció ahí todo el día, pensando, pasando el tiempo. Al tratar de cocinar, se dio cuenta que el gas se había terminado, por lo que llamó al conserje para que la ayudara a cambiar. Ya eran las 6 pm, cuando de repente tocaron la puerta. Su amiga fue a abrir la puerta, pero antes de abrir miró por el visor de la puerta y ¡SORPRESA!, no era el viejo pelado del conserje, ¡era él! La amiga fue corriendo, emocionada a decirle quien era. Ella no lo podía creer “¡¿Qué hago?!”, se preguntó. Sin tiempo para darse una “manito de gato”, lo recibió como la pilló, en pijama con una frazada enrollada cual toalla.

Él entró trotando (si, fue trotando de su casa a verla) y le comentó que estaba pasando por el barrio y decidió pasarla a ver porque se le había olvidado pedirle su número… además tenía un Cd con la música que él escuchaba y se lo quería regalar. Ella por supuesto se tuvo que sentar disimuladamente antes de caer de espaldas de la emoción y colapso nervioso por la situación tan romántica que estaba viviendo. Luego de conversar un rato, él la invitó a salir en la noche a su casa, que quedaba mirando la ciudad. Ella por supuesto aceptó encantada, pero sin demostrar tanta emoción, la situación era tan irreal que no lo podía creer.

Salieron. Se divirtieron, pero nuevamente no pasó nada más que una buena conversación y un poco de baile. Ella no fue capaz de coquetearle, parecía conejo alumbrado, nuevamente sentía que la situación era demasiado idílica como para creérsela así como así.

Al día siguiente no la llamó en todo el día. Sus amigas molestas por su actitud, le dieron “tips” para no fallar por si la volvía a llamar. Afortunadamente para ella, él llamó. Él no perdía las esperanzas (porque también estaba confundido al no ver respuesta de parte de ella) Él estaba igual de ilusionado, pero no sabía como demostrarlo.

Nuevamente salieron esa noche, él la llevó a su lugar secreto, donde iba a pensar y reflexionar, era lo más alto del cerro donde vivía. Le quería mostrar la hermosa vista de toda la ciudad, sin árbol o poste que molestara. Ahí se encontraban los dos contemplando las luces que parecían estrellas en la tierra. Ella nerviosa lo abrazó por detrás y él comenzó a comentarle sobre los distintos sectores que se veían de la ciudad. De repente, silencio. Él se volteó y la miró fijamente. Ella nerviosa le devolvió la mirada y de la manera más natural y honesta, se besaron. Fue el beso más romántico que le pudieron dar. Todo era perfecto, el lugar, el sonido del viento golpeando los árboles y él. Ella sintió como se transportaba a otra parte del universo, como todo se clarificaba y como la realidad puede siempre superar a la ficción. Ese beso marco el principio de la historia más hermosa que se puede contar.

De eso ya han pasado 5 años y actualmente están viajando por el mundo (Europa y Africa), viviendo sus sueños y la vida al mismo tiempo. No hay nada ni nadie que los pueda separar, ellos encontraron su mundo, su química, su placer, su felicidad. Ella supo hace 2 meses que esperaba a su primer hijo. Es tal la felicidad que piensan establecerse en Londres y comenzar una nueva etapa en su relación, su propia familia.

No hay como un beso para consagrar los sentimientos, para comenzar una historia. No hay como un beso para sentir que TODO está bien, que tú estás bien.

No hay mejor regalo… un beso es simple pero a la vez complejo. Dame un beso que yo también quiero vivir mi historia de amor.

Un beso con sabor a Ajonjolí

Por: Ajonjolí

Un beso. ¿Qué podría significar para mí un beso? Sin duda, es la conclusión de un ritual de conquista previo. De esos con galantería, donde nosotras nos dejamos seducir por un macho sediento de gobernar nuestra tan preciada boca (y algo más).

Claro que hay que tener en cuenta que hoy en día el significado que les presento de lo que es un beso queda en el pasado y es incluso retrograda para algunos mozalbetes. Sobretodo cuando vemos a esta nueva generación de jóvenes que comienzan una conquista con un beso y terminan quizás en que posición del Kamasutra. Pero así es como lo ven ellos, yo prefiero mi anticuada definición de Beso.

Recuerdo que cuando conocí a mi novio tuve ocasiones bastante obvias para besarlo. Pensando que yo venía saliendo de una larga relación de pololeo y concubinato, era de esperarse (para muchos) que anduviere en busca de un macho solo por la noche, cual gata en celo. Pero no fue así. Estuve próxima a su boca aquella noche, y lo deje en sus manos. No nos besamos, pero estamos juntos ahora, muy juntos.

No hay mejor trofeo que un beso. Sobretodo si el contrincante te gusta mucho. Como la serie Glee lo mostró una vez. Llegas a sentir fuegos artificiales cuando por fin besas esa boca que tanto anhelabas. Creo que es de una misticidad y complicidad única. Esa timidez previa, ese temblor incontrolable y ni hablar de las famosas maripositas en el estomago. Simplemente es exquisito.

Dejo mas que claro que soy una romántica sin cause. Como en los cuentos de hadas, pero sin princesas victimas que esperan que un príncipe las rescate. Si no de esas princesas que se focalizan en lo que quieren y desempolvan armas de seducción para conseguirlo.

Besen todo lo que puedan. Sin dañar a otros. Con amor, pasión y ternura. Tomen conciencia de la sensación que causa. El roce, el calor húmedo de los labios y la respiración que se agita a medida que pasan los segundos. Créanme que tomarán más en cuenta lo que significa besar cuando tomen conciencia de los placeres y sensaciones que produce en ti.

Bendiciones, Amor y luz para todos

Ajonjolí