Ayer fuimos al aeropuerto a despedir a mi cuñada que se iba por 4 meses a capacitarse a Estados Unidos para un trabajo nuevo. y cada vez que voy al aeropuerto me pasa lo mismo. Un nervio indescriptible viaja por mi cuerpo apenas divisamos por la carretera esta imponente infraestructura, con sus Boeings estacionados y con alguno que otro que despega justo a tu lado.
La verdad, más que nerviosismo es susto. Pucha que les tengo miedo a estas enormes maquinas voladoras y quizás por eso mi motivación de viajar siempre estaba dormida o bloqueada, mejor dicho. No me permitía sentir este deseo porque mi temor es más grande. Hasta....
Un día de aquellos, en que las cosas pasan rápido, sobre todo cuando una se encuentra en reconstrucción interna se me presentó ir a Isla de Pascua, una noche. Si como lo leen, era ir, disfrutar, dormir, disfrutar un poco más y embarcarme de vuelta a Santiago, todo esto por trabajo, que de trabajo tenía bien poco.
AVION DE LA FACH |
Nos íbamos en el avión de la Fuerza Aérea, donde las azafatas eran "ellos", de overol! guapos! Hasta ahí todo bien hasta el momento del despegue. Para que les voy a relatar mi angustia y llanto (digno por cierto), la cosa es que intente dormir y lo logre hasta que vi el amanecer en el aire.
En resumidas cuentas, lo pase increíble. Conocí la playa Anakena, baile en un show pascuense con un PASCUENSE!, vi los moais (todos!) y para rematarla, minutos antes de embarcarnos me arranqué del aeropuerto y me fui a hacer un tatuaje.
PLAYA ANAKENA |
Uno no sabe lo que la vida nos prepara. Gracias a dios a mi me tenía ese regalo, porque me di cuenta de que por miedo estoy perdiéndome muchas cosas y paisajes impresionantes.
Desde ahora a viajar! Algún día estaré por India, Italia, Grecia y sobretodo el hogar de mi hermano querido, Altea en España!
Y tus viajes?
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