Consumismo. Esa obsesión que
llevamos dentro, ya sea para comprar un par de zapatos o para adquirir un nuevo
accesorio, lo que podamos conseguir como nuevo para nosotras es un tesoro
soñado, aunque dure solo una semana para después ir por otro.
Les ha pasado que ¿cuando poseen
dinero desean gastarlo en lo que sea?. No hay mujer que no desee ir a explotar
la tarjeta de crédito cuando se siente triste o aburrida, o me van a decir que
nunca han dicho: “Amiga, estoy tan bajoneada, ¿acompáñame de shopping?”
Sobretodo ocurre cuando hemos
pasado por una ruptura amorosa. Cuando estamos en esta situación nos
presentamos a dos acciones claves (que las hacemos justificándola como una liberación
interior bla bla bla): 1) Como dije antes, agarramos nuestro querido dinero plástico
y con nuestra mejor amiga hacemos tiritar las casas comerciales. 2) Agarramos
nuestro pelo y cometemos atrocidades con el.
Es que no podemos vivir sin
comprar!. Simple. El hombre no puede vivir sin el fútbol, las cervezas y los
asados con los amigos, nosotras no podemos vivir sin el desear un producto a
como de lugar.
Antes, cuando yo no vivía sola y
por supuesto, no tenia idea de la “vida real”, se me ponía entre ceja y ceja
comprarme algo y como sea lo lograba. Generalmente mis grandes actos de
consumismos van ligados a la tecnología (mi ultima adquisición una cámara Canon Eos Xsi) y ahora les cuento que se me acaba de
ocurrir la maravillosa idea de que quiero un Tablet!. Porque así puedo llevarlo
a todas partes y poder escribir en donde me encuentre, puras excusas, aunque es
verdad, pero no es urgente tenerlo no?
Así que como han podido leer, mis
grandes obsesiones son los zapatos y la tecnología,
¿Cuál fue tu peor acto de
consumismo?
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