miércoles, 25 de mayo de 2011

Estilo de vida | ¿Cortar el cordón o no?, es ahí el dilema!








































































Vivir sola, ¿o no?, Es una pregunta que nos hacemos constantemente desde que cumplimos 18 años… A continuación les contamos cómo lo ha vivido Pimienta y Ajonjolí. Por una parte, Pimienta sigue viviendo con sus papás, mientras que Ajonjolí decidió volar del nido y hacer el suyo propio… qué pensarán, qué sentirán, aquí sus visiones de independizarse.





DÉJAME CAER, DÉJAME SALIR”
Sazonado por: Pimienta

Así dice Natalia Lafourcade en su canción “Azul” y comienzo con ese título porque el independizarme es algo que me atrae mucho, que necesito, pero que en el fondo me da mucho miedo.

Al principio uno de mis miedos era como mis papás me pintaban el asunto… simplemente vivir sola es equivalente de venderle el alma al diablo, la peor decisión que puedo tener en la cabeza… ¡hay que pagar cuentas!, ¡LAVAR!, hay que vivir dentro del sector (porque no me puedo ir a vivir lejos… no po, peligroso)… olvídate de comprarte hasta una caluga… tus gustitos serán pagar el agua y la luz… mejor quédate acá… y si te vas, te vas, no hay vuelta… que amenazantes!
Todos, pero todos los que conozco me dicen que es difícil vivir solo, pero que ni amarrados vuelven a vivir con sus papás.

Yo soy independiente, tengo mi trabajo, mi sueldo y mi vida. Mis papás me dejan hacer lo que quiera, pero hasta el día de hoy me tienen algunas reglas… yo les hago caso, porque más que mal vivo con ellos. Pero debo aceptar que a veces les bajan los monos (o me bajan a mi) y  me dan ganas locas de pescar mis cosas e irme… pero no lo hago… simplemente no me atrevo.

Para comenzar a hacerme la idea y empezar a ver mi independencia como algo más real, comencé a juntar cosas para mi casa hace 2 años (es buen dato partir de a poquito). Me propuse que mes a mes tenía que comprarme algo para cuando me fuera. Comencé con cosas para la cocina, tengo cubiertos, platos, vasos, tazas, ollas, sartén, entre otras chucherías… ahora que decidí cómo quiero mi pieza y baño, comencé a comprar cosas decorativas para esos ambientes. Además me compré un libro para aprender ideas para hacer en casa y unos libros de cocina… además junto imágenes de lugares o cosas que me inspiran e inspirarán al momento de vivir sola.

Siendo sincera, estoy más que lista para irme, tengo la opción más real que nunca, pero siento que si lo hago, tengo que dejar algunas cosas postergadas, como mi eterna niñez… ¡Quizás eso sea! Quizás quiero jugar a crecer, pero no quiero que sea 100% real. Quizás siento que si me voy dejaré parte de mi esencia, porque mal que mal, el vivir con mis papás me hace tener una esencia más rebelde, más despreocupada, más cabra chica… lo que quizás muchos queremos y pocos lo disfrutamos… ¿qué creen?

Adjunto un artículo de "La Tercera" que habla sobre atrasar la partida de la casa de los papás: 
http://latercera.com/noticia/tendencias/2011/02/659-343083-9-la-reivindicacion-de-los-y.shtml

    


TODA UNA DUEÑA DE CASA
Sazonado por: Ajonjolí

Dejé el nidito paterno hace dos años y unos meses. Claro que mi aventura no consistía en irme a vivir completamente sola, sino, compartir mi vida con otra persona.


De todas formas, esto es una hazaña igual. Porque no les negaré que los primeros días andaba haciendo pucheros por extrañar tanto a mi madre. ¿mamona? Sí, mucho. Con Ajonjolily tenemos un lazo tan fuerte que el separarnos era heavy. más que madre e hija somos amigas y lo pasamos de maravilla juntas, pero después uno se acostumbra.

Pasó el tiempo y harta agua bajo el puente. Ahora sigo viviendo en mi departamento y en pareja, aunque no con el mismo con que inicie esta aventura. Por lo que las sensaciones son nuevas e igual de importantes que al comienzo de estos dos años de independencia.

Lo importante de irse a vivir solo es que uno cae en conciencia de factores que antes ni los imaginaba. Pagar la luz cuando vivías con tus padres era casi un secreto a voces. ¿Cuentas? ¿Qué son esas? ¿Se comen?. Como dice mi amiga Pimienta en su relato, pagarlas es el único gusto que te vas a dar, porque mensualmente al finalizar este proceso tedioso dices: “fiuuuu otro mes con luz, agua y gas.

Otro acto con aires de ritual es ser “toda una dueña de casa”. Cosa que a mis dos años de vivir sola, aún no logro dominar, porque simplemente no lo llevo en la sangre. Tempura me da constante ánimo y apoyo, pero siento que no nací para esto. No sirvo para ser una buena anfitriona y pasar la aspiradora simplemente me carga, pero lo intento y pongo todo el empeño en que sea un agrado. Un dato, pasen la aspiradora escuchando un mp3 con música entretenida, quizás se demoren 20 minutos en vez de 10 en aspirar, porque te pones a bailar y a cantar, pero lo pasaran mucho mejor.

Independizarse simplemente es maravilloso. Uno crece, toma conciencia y disfruta de su espacio. Si tienen más suerte que nosotros, quizás puedan decorarlo como ustedes siempre soñaron en un comienzo, si no, a esperar juntar la platita para hacerlo, pero de todas formas es igual de gratificante. Cenar lo que TÚ cocinas, dormir en la cama que TÚ te compraste, hacer las compras del súper como una persona grande, recibir visitas, comprar la cortina para el baño, cambiar una ampolleta, todo todo cobra más sentido.
Abran las alas y vuelen al mundo que ustedes quieren vivir. No importa si es en un departamento de un ambiente o 4 habitaciones, no importa si es en una pieza, no importa si es una casa, lo que importa es que es tuya y de ahí nace todo lo que tú quieras formar!
Bendiciones!



2 comentarios:

  1. Mi historia. Estoy a pocos días de cumplir dos meses viviendo con mi novio. La independencia me daba terror. Hija única, regaloneada y mimada a más no poder, desayuno en la cama todos los días, llegar del carrete a una pieza calientita por la estufa prendida hace varias horas, la comida lista y servida al llegar del trabajo... y lo mejor, una vida auspiciada totalmente para guardar y guardar las lukas del sueldo. Guardar y gastar, claro. Closets (si dos) llenos de zapatos, carteras, abrigos y todo tipo de prenda, casi una colección. Hace casi dos meses la vida me cambió mucho. Las prioridades cambian, ya no te compras ropa porque no te cabe en los closet que traen los dptos pequeños, además la plata es para otras cosas, las cuentas, el supermercado, el cartero (¿?)los muebles y adornos para la casa. Ya nadie te lleva el desayunoa la cama, de hecho dejé de tomar desayuno en la casa porque no me alcanza el tiempo. Nunca más levantarte, arreglarte y salir.... olvídalo... levantarte, hacer la cama, lavar los platos, dejar ropa lavando, sacar la basura, recoger la ropa tirada y con suerte arreglarte un poco antes de salir. Para qué hablar del estar acostada a las 8 de la noche viendo Friends después de comer. Las nuevas tareas no te permiten estar acostada antes de las 11:00 de la noche y olvídate de ver una película porque sólo quieres dormir.
    Suena terible? para nada... es un vuelco, un gran desafío... pero no cambiaría por nada del mundo la felicidad que significa vivir con el hombre que amas, de crear una vida y una casa juntos, de tener la libertad de hacer y deshacer porque es TU casa, de que todo lo que hay en ella te represente 100%
    Cuesta tomar la decisión de salir de la casa de los papás, pero si lo haces con convicción y segura de lo que quieres jamás te vas a arrepentir. Sea sola o con pareja tener tu casa no se compara con nada, ser dueña de ese espacio, invitar a tus papás a comer, es un orgullo que da gusto experimentar.
    Dale Pimienta! No te vas a arrepentir!

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  2. Que buena historia Ce!!!... que rico que seas feliz (a pesar de no poder comprarte ropa, jeje)... vivir con tu amor, no tiene precio!
    Gracias por compartirla con nosotras!! me motiva más a tomar mi desición pronto!

    Pimienta

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