lunes, 9 de mayo de 2011

Mujer | ¿Porqué somos Kamikazes?

Sazonado Por: Ajonjolí

Estuve viendo la televisión ayer. No tengo tv cable así que mi zapping va de ver a Karol Dance a El Chavo del 8. Pero cuando llegan las noticias ahí me quedo, acostadita poniendo cara de mujer informada y comentando una que otra situación con Tempura que juguetea en su computador. En fin, de pronto, nuevamente la noticia de la “Muerte de Osama” (va entre comillas porque tengo el beneficio de la duda).
“Actos terroristas” es la frase que ronda en mi cabeza. “¿Pero quién no es terrorista?” es la pregunta que intenta buscar algo más de la noticia. “Las mujeres sabemos harto de este tema, porque somos Kamikazes”, finalmente concluyo.
Creo que no existe mujer en este mundo que no sienta placer en echarle limón a la herida. Eso de escuchar Sin Banderas llorando como una Magdalena mientras contemplas la foto de lo que fue tu relación con aquel personaje, es algo que todas hemos experimentado. Y asúmanlo chicas, Nos encanta!
Existe una gota de adicción a actos terroristas como estos. Nos encanta en días de melancolía releer antiguas cartas de amor y martirizarnos buscando una respuesta al: ¡¿Por qué?!
Si nos ponemos a dieta, pasamos obligatoriamente por una panadería de barrio. De esas que hacen el pan ahí mismo y lo acompañan con cientos de delicias más. Miramos el mostrador como si alguien nos apuntara con una pistola y nos prohibiera comer aquellos tentadores dulces, con ojos de Gatito de Shrek solo para compadecernos de nosotras mismas y nuestra desdicha. El Berlín que luce radiante en el mostrador no se da por enterado que su sola precencia desemboca cientos de sentimientos y pensamientos que nos suenan a latigazos castigadores. ¿Por qué? Porque te empeñas en ir todo el camino buscando culpables de tu tan desgraciado destino. Para luego llegar a casa, agarrar una lechuga y comértela con la sonrisa dibujada, mientras piensas que aquel que entra en tu boca es ese pastel lleno de manjar y calorías.

Si tu macho alfa, por algún motivo, cambia su rutinaria vida de actos, sentimientos y pensamientos en lo más mínimo la paranoia nos comienza a comer viva. La mente comienza a trabajar sola y los: Y ¿SI…? Son ya incontrolables. ¿Y si tiene a otra? ¿Y si ya no le gusto? ¿Y si estoy gorda? Etc… hay otros, peores…Me imagino que nuestra tan martirizadora mente ya les ha dado a probar más que algún amargo pensamiento. Pero chicas, en estos casos es mejor. Los hombres (no todos) son como perros, confiados, rutinarios y con una galleta de premio quedan felices y dichosos. Las mujeres, gatas, desconfiadas y elegantes. Observan cada movimiento y luego tiran el zarpazo. Algunas los tiran antes de tiempo y dejan la embarrada pero de todas formas es bueno tener esa alerta constante. Por eso somos más rápidas al descubrir una mentira. Nos tragamos lo que nos dicen hasta la mitad, el resto lo llevamos a análisis.
Yo por mi parte tengo un master en Auto-Atentado. De todo tipo. Profesional, amoroso y de la vida misma. Me cuestiono todo, aunque soy bien impulsiva. Tiendo a enrollarme sola, y dejo de hacerlo cuando me veo amarrada de pies y manos y con la soga al cuello. Tranquilamente y con todo el amor del mundo están mis cercanos para empezar a desenredar ese manojo de estupideces y cuestionamientos autoinflingidos.
Lo importante es asumirnos como tales, Kamikazes sin tapujos!. y lograr salir aireosas de todo esto que nos ocurre.
Un dato: Yo tiendo a hecharle la culpa a la hormona o a la tiroide. Verdad o no. Definitivamente tenemos algo biológico que nos convierte en lo que somos.
Bendiciones
Ajonjolí

No hay comentarios:

Publicar un comentario